RETO MODULO 4 

OPCIÓN #1: Consiste en hacer un ejercicio de "introspección" y preguntarnos ¿qué podemos hacer cada una de las personas, desde nuestra posición como empleadas o empleados públicos, para impulsar la igualdad de trato y no discriminación? Os pedimos que redacteis una reflexión libre (tanto en extensión como en formato) en vuestros Diarios de Aprendizaje, y la entreguéis como tarea.

Pues yo creo que hay una opción clara que es formarse. No se puede poner en práctica lo que no se conoce. No se valora lo que no se comprende, lo que no se comparte (compartir etimológicamente significa. comer del mismo pan). Por ahí, sinceramente, pienso que estos temas son transversales a cualquier empleado/ público/a de ahí que las marcaría como obligatorias. O si esto no puede ser, motivaría el que se hicieran. Me sucede igual con la formación en género, también la haría obligatoria o incentivaría su realización. No puede ser que el 75-80% siempre de los cursos de género se realicen por mujeres. 

Por otro lado creo que el cambio tiene que venir por una reestructuración  importante desde las administraciones públicas (en la estructura y en el funcionamiento) así como en las políticas (dotando de más recursos y herramientas). Hay que mirar de otra manera. Si estamos hablando que somos un país diverso, en un entorno plural, no podemos dejar de lado a las personas no tildadas de normales. 

En uno de los municipios donde trabajo hacemos una jornada llamada La Vereda y la Villa donde en torno al eje central se programa un Mapa Emocional. Una de las actividades es enseñar nuestro patrimonio cultural inmaterial y nuestro patrimonio cultural natural. Pues bien, desde hace dos años hemos incorporado sillas joelettes a la senda guiada, de tal manera que compartimos senda con personas que de otra manera no podrían realizarla. El hacerlo nos ha cambiado a todos el prisma... Otro punto interesante es por tanto, generar espacios que no sean exclusivos, sino inclusivos. Hay que empezar a convivir con lo diferente a nosotros/as. 

Y por supuesto para impulsar la igualdad de trato y no discriminación hay que conocer al otro. Recomiendo la película: NO SOY TU ENEMIGO. Es un claro ejemplo de la importancia que tiene el dialogo desde los espacios comunes para vencer resistencias que a priori resultan insalvables. La historia que cuenta es tan increible que si no fuera porque ha sucedido de verdad, no pensarías que haya podido pasar. Es cierto que se reescribe la historia tal y como sucedió, pero creo que el ejemplo viene bien para saber que no hay barrera que no podamos saltar, siempre que se den las circunstancias adecuadas y, sobre todo, que queramos hacerlo. 

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